lunes, 7 de noviembre de 2011

NUEVO DIA Y... SEGUIMOS EN DELHI, CAMBIO DE PLANES.

   Ayer no tuve ganas ni tiempo para contaros mi aventura, fue un dia verdaderamente agotador.
   El dia comenzo de forma perfecta, nos levantamos de un descanso nocturno reparador y fuimos directos sobre un Tuc Tuc a visitar el Templo del Loto, precioso edificio donde convergen todas las religiones en una
agradable meditacion. Despues nos dirigimos a Humayan Tum y de ahi a Birla House, casa en la que Ganghi vivio sus ultimos 144 dias y de ahi nos regalamos un paseo por los jardines Lodhi. Un paseo en barca de pedales por un rio dio final a la perfecta manana (si, lo se! le falta el palito a la n). Con tiempo suficiente nos fuimos a recoger nuestras mochilas y enfilar nuestros pasos a la estacion de tren desde donde partiriamos a Varanasi, la ciudad sagrada del Ganges, un lugar muy esperado por nosotros. Pero.... fue del todo imposible, despues de cinco horas recorriendo la estacion de anden en anden, de preguntar a decenas de personas (supuestos trabajadores de la estacion) y vivir en carne propia el caos inexplicable para el que no lo ha vivido de una estacion ferroviaria de una gran ciudad india, tuvimos que volver sobre nuestros pasos y buscar una nueva solucion. Hablamos con un grupo de espanoles que nos dios indicaciones y entramos en una agencia de viajes para comprobar todas las opciones, barajamos tomar un avion (carisimo para el dia siguiente), colarnos en el ultimo tren con destino a Varanasi y sobornar al revisor (suena arriesgado, pero sabemos de personas que lo han hecho) y contratar un coche. Al final y despues de dos horas mas dandole mil vueltas a todo, intuimos que el agente nos estaba timando y tiramos la toalla. Bien tarde buscamos hotel y decidimos olvidar los acontecimientos y buscar la solucion a la siguiente manana.
   Pero sobre una hora despues, Vero comenzo a sentirse mal, y pase de verla con una simple revoltura a encontrarla en el aseo durante toda la noche vomitando, con descomposicion y muchas veces tirada en el suelo del mismo con muchos dolores. Pablo no quiso quedarse corto y la acompano en su causa, menos mal que sus nausias se turnaron y pudieron entrar en el bano por turnos. Los tres pasamos la noche despiertos.
   Mi conclusion es que todas las cosas suceden por algo. Si hubieramos subido a ese tren y la efermedad les hubiera sobresaltado en el, las consecuencias no quiero ni pensarlas. Durante todo el dia no encontramos mas que inconvenientes para no subir a ese tren ni a ningun otro. Amigos, cuando la intuicion no deja de enviarles senales de alarma hay que detenerse, respirar hondo y escucharla atentamente, no suele equivocarse. Asi pues le estoy muy agradecida a que o quien nos estuvo mandando tantisimas senales para que cambiasemos nuestro rumbo.
   Manana a las cinco de la madrugada partiremos en coche para Jhansi, donde retomaremos el plan original.
De momento me quedo con un Delhi ruidoso, sucio y masificado, pero tambien lleno de color y de vida, importante saber ver las dos caras de una moneda y no tratar de mezclarlas ni de cambiar su apariencia.

2 comentarios:

  1. Tu lo dices muy bien, cuando hay señales hay que hacerlas caso... y las cosas suceden por algo...

    ResponderEliminar